Un día, la pequeña Caperucita Roja decidió ir a ver a su abuelita, que vivía al otro lado del bosque, y llevarle una cestita con miel y tortitas, para merendar.
- Sobretodo Caperucita - le dijo su mamá - no te detengas por el camino a hablar con nadie. Ve derecha a casa de la abuelita.
- Así lo haré, mamá.
Y la niña, cubierta con su caperuza roja que tanto la distinguía, caminó hacia el bosque con su cestita al brazo y tarareando..." la lara larita... soy caperucita.... "
Cuando de repente, en medio del camino, apareció: EL LOBO!!
- Caperucita, caperucita... ¿a dónde vas? y ¿qué llevas en esa cestita?
- Voy a casa de mi abuelita, y le llevo miel y tortitas...
El lobo... goloso como el solo, se relamía mientras fraguaba un plan!
- Y, ¿por qué no le llevas a tu abuelita un ramo de flores en la cestita? Si vas por ese camino, llegarás antes y encontrarás unas flores preciosas... que seguro agradecerá tu abuelita...
Y así, el malvado lobo, consiguió que Caperucita fuera por el camino más largo, mientras que él, corría y corría hacia casa de la abuelita, para llegar antes...
Y así fue!! En cuanto el lobo llegó a casa de la abuelita, la abuelita lo oyó y se escondió en el armario.
El lobo, agarró un camisón y un gorro de la abuelita y se metió en la cama tapándose con las sábanas hasta el hocico. Y se dispuso a esperar a Caperucita.
Al cabo de poco, se oyó tararear una niña por el camino.
- toc toc... Abuelita... soy yo, Caperucita... ¿puedo pasar?
- Pasa hija mía, pasa... cof, cof - dijo el lobo con voz falsa - estoy en la cama... no me encontraba bien...
- Pero abuelita, ¿qué te pasa?.... mmm... te veo rara.... que ojos tan grandes tienes....
- Son para verte mejor hija mía... cof, cof - carraspeó el lobo.
- Y abuelita, esas orejas... que orejas tan grandes tienes....
- Son para oirte mejooorrr.... hija mía...
- Ahh!! y abuelita... que manos tan grandes tienes... - ya que las zarpas le asomaban por debajo de la colcha -....
- Son para acariciarte mejor Caperucita....
- Y, Abuelita... - dijo Caperucita - qué boca tan grande tienesss...
- AGHHHHH!!! ES PARA COMERTE MEJORR!!!! - y el Lobo malo malísimo dió un salto y se abalanzó sobre Caperucita!!.
Pero Caperucita, que era rápida y ágil como correspondía a una niña de su edad, salió gritando y corriendo de la habitación!
Y en estas que la Abuelita, que os recuerdo que estaba escondida en el armario, oyó lo que estaba pasando y de un empujón saltó fuera del armario y agarró su bastón. Con el bastón, empezó a atizar al Lobo y a gritar, a la par que lo hacía Caperucita.
Tantos y tantos eran los gritos, que los oyó un leñador que pasaba por allí camino del bosque, y al ver lo que sucedía, tomó cartas en el asunto, y empezó a azuzar al Lobo hasta que se marchó de allí para nunca más volver!!
Caperucita y la abuelita, agradecidas y ya tranquilas, se abrazaron, e invitaron a merendar al joven leñador, que se había bien merecido unas tortas con miel en casa de la Abuelita.
Y colorín colorado... este cuento ... ¡se ha acabado!
Y éste es el cuento clásico de Caperucita Roja... pero el cuento podría no acabar así...
(¡Y aquí viene el SORTEO!)
Si te gustaría SER TÚ quien se comiera a Caperucita ... (en forma de galleta, claro!!!) ... sólo tienes que dejar un comentario en esta entrada donde me digas cómo te gustaría que acabara el cuento de Caperucita, junto con tu nombre y mail para poder contactarte.
Entre todos los comentarios de este post sortearé el domingo 24 de octubre una caja de Galletas Decoradas de Caperucita Roja, que recibirá el ganador en su domicilio, empaquetadas en una cajita de presentación Victoria's Cakes.
Por cierto, entre las Caperucitas hay varios modelos, que habreis podido ver en las fotos: la caperucita feliz, la caperucita sorprendida y... la caperucita trendy con su caperuza en brillantina a lo "Saturday Night Fever" ( una Caperucita "versionada" que no pude reprimirme hacer).
Mmmm ... deliciosas, ¿¿verdad??
¿¿A quién le apetece zamparse a Caperucita?? :)